Relación del tabaco con enfermedades renales

Las enfermedades renales son un ejemplo de enfermedad vascular. El tabaco, como el resto de factores de riesgo cardiovascular denominados clásicos, es decir, la hipertensión, la diabetes, la hipercolesterolemia y la obesidad, debe ser tratado de forma enérgica, es decir, es un factor que se relaciona de forma directa con la posibilidad de desarrollar enfermedades vasculares y lógicamente dentro de ellas las renales.

Por tanto, debemos estar muy pendientes de que todos y cada uno de los factores de riesgo se controlen y evitar la llamada inercia diagnóstico terapéutica. Todos tenemos muy claro que nuestra presión arterial, nuestros niveles de glucosa, nuestro control de colesterol en la analítica es importante y dejamos para el final el tema de los hábitos de estilo de vida. Bueno, pues el tabaquismo, el consumo de tabaco, es tan nocivo que yo lo pondría antes incluso del resto de factores de riesgo.

 

Tabaco y trasplante renal ¿Qué ocurre?

El paciente trasplantado de riñón es un paciente muy especial por muchas condiciones. En primer lugar, porque es un paciente con enfermedad renal crónica que ha pasado a la más importante de las terapias para la enfermedad renal crónica, que es el trasplante de riñón. Por  tanto, es un paciente que hay que tener muchísimo cuidado en cada uno de los factores de riesgo. Y no cabe la menor duda, el tabaquismo induce daño en un paciente que además tiene un solo riñón funcionante y hay que cuidarlo como "oro en paño".

Además, en el caso del tabaquismo, si la técnica y la estrategia es correcta, el éxito está muy elevado. Y tenemos un condicionante especial en el trasplantado de riñón, es que está tomando mucha medicación, es un paciente polimedicado y algunos de los fármacos pueden tener interacciones con otros. Si nuestro paciente trasplantado de riñón precisa de terapia específica para el tabaco, tiene que tener una vigilancia importante por parte del especialista en Nefrología a la hora de vigilar esos posibles efectos secundarios de la medicación para cesar de fumar, en relación con los inmunosupresores o con el resto de fármacos que pueda recibir nuestro trasplantado renal. Por tanto, no está contraindicado ni mucho menos, pero sí que requiere una vigilancia muy estrecha.
 

¿Cuál es la mejor estrategia para dejar de fumar?

Se puede optar por un abordaje de la cesación tabáquica de forma multidisciplinaria, es decir, es muy importante que el paciente fumador sea abordado junto con el resto de factores de riesgo cardiovasculares que presentan. Es decir, no hay que abandonar otras medicaciones ni olvidar otros efectos secundarios que puedan estar relacionados con nuestro paciente. Como a todo fumador, vamos a valorar su dependencia física, psicológica y su grado de motivación, pero si es preciso iniciar un programa, nosotros le vamos a ofrecer un programa multidisciplinario y un programa individualizado, como no puede ser de otra manera, más que nada porque es el más eficaz. 

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